SIRIPO. UN TRÁGICO AMOR EN LA SELVA (07/01/1532)

En esta fecha se produjo un hecho que inspiró al poeta MANUEL JOSÉ DE LABARDÉN su obra “Siripo”,  que se representó con gran éxito en los primeros años de la Revolución de Mayo de 1810.

La llegada de SEBASTIAN GABOTO el gran navegante de su época y el primero  que recorrió el Río de la Plata hasta el Paraguay y estableció un Fuerte en la embocadura del río Carcarañá (o Tercero), en el Paraná, a fin de servirle como punto de apoyo para realizar sus excursiones por los ríos navegables afluentes del Río de la Plata.

Ese fuerte se llamaba “Espíritu Santo” (o “Santi Spíritu) que estaba custodiado por  una guarnición de 110 españoles comandados por NUÑO LARA, hábil granadino que supo  hacer amistad con los indígenas “caracarás” que poblaban el lugar, lo que le permitió disfrutar con sus hombres, de una apacible tranquilidad durante doce años, situación que se alteró violentamente cuando se produjo una tragedia, cuyos pormenores, le sirvieron al poeta MANUEL JOSÉ DE LAVARDÉN para escribir su obra “Siripo”

Un cacique de esa tribu, llamado MONGORÉ  se enamoró apasionadamente de una joven española llamada LUCÍA MIRANDO, mujer legítima del oficial español SEBASTIÁN HURTADO. Pero quiso el destino que el 7 de enero de 1532, estando de servicio,  saliera con 40 soldados  en un bergantín para procurarse de víveres para la guarnición.

Ante esta situación MONGORÉ, dejando ocultos en la maleza a 40 de sus guerreros,  se acercó al Fuerte acompañado con sólo ocho de ellos y pidió se le permitiera entrar al recinto, cosa que se le permitió, por considerarlo como un amigo que llegaba con víveres.

Una vez adentro, MONGORÉ redujo a los guardias de la puerta y facilitó el acceso del resto de sus hombres que estaban emboscados. Mataron éstos a todos los españoles e indígenas que hallaron, que se vieron sorprendidos por la maniobra, pero también MONGORÉ murió en la pelea.

Cuando regresaron los españoles que habían salido en busca de víveres, no encontraron a nadie con vida en el Fuerte y tampoco estaba LUCÍA entre los muertos. Su esposo HURTADO, desesperado  emprendió su búsqueda y así llego a la toldería de los indígenas, donde éstos lo apresaron y pronto lo maniataron, decididos a darle muerte.

Pero apareció SIRIPO, hermano de MONGORÉ, quien también enamorado de LUCÍA ordenó su liberación, creyendo que así conquistaría el amor de LUCÍA, pero como ésta lo rechazó, la hizo quemar viva, mientras mataba a flechazos a su esposo HURTADO (ver Amores y amantes).

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