LOS PRIMEROS COMERCIOS PORTEÑOS (1602)

El 6 de julio de 1602, el vecino MARTÍN DE ÁVILA instala en Buenos Aires el primer matadero y carnicería que funcionó con autorización del Cabildo.

Primera pulpera (19/12/1610). El Cabildo de Buenos Aires concedió licencia a MARÍA RODRÍGUEZ para que atendiera una tienda de pulpería. Esta fue probablemente la primera mujer que ejerció ese oficio y el precedente más antiguo de la romántica pulpera de Santa Lucía.

Primera cervecería en el territorio rioplatense (1740). Fue instalada por el doctor ROBERTO YOUNG, un médico inglés radicado en Buenos Aires que fabricaba artesanalmente esta bebida, especialmente consumida por la colectividad inglesa.

Primera Librería (1759). Estaba ubicada en el barrio San Nicolás y contaba sólo con unos veinte o treinta libros para vender a sus clientes, básicamente a funcionarios virreinales y curas.

En 1794, Míster NIBLETT estableció en Buenos Aires una tienda de ropa hecha y éste fue el primer establecimiento comercial instalado por un inglés.

En los primeros tiempos de la colonia y también luego de nuestra Independencia, muchos ingleses hacían traer sus trajes hechos en Inglaterra, a pesar de que con los derechos de aduana y gastos de transporte les salían más caros que los que se hacían aquí (ver Recuerdos, usos y costumbres de antaño).

Entre los primeros sastres que abrieron tienda de alguna consideración en ese ramo, se recuerda que fueron COYLE, inglés, y luego el alemán MAYER y los franceses MOINE y HARDOIS. Una de las primeras relojerías de alguna calidad fué la de DIEGO HELSBY, que estaba al lado del café «Los Catalanes».

Las sillas de montar se importaban en gran cantidad y sólo después de muchos años, empezaron a fabricarse en el país llegando a hacerse tan buenas como las inglesas.

Míster PUDICOMB tuvo también en ésa época, en la esquina San Martín y La Piedad, donde hoy se encuentra una armería, una tienda de ropa hecha, confeccionada en Inglaterra, muy concurrida porque recibía gran cantidad de sombreros ingleses.

El 2 de enero de 1788 se inaugura el primer Café que tuvo Buenos Aires. Fue el Café “Los Catalanes”. Fundado  por el vecino de origen ligur, don MIGUEL DELFINO. Estaba ubicado en la esquina noreste de la intersección de las calles Santísima Trinidad y Merced (actuales San Martín y Presidente Perón, ex Cangallo).

Primera ferretería (1812). DIEGO HARGREAVES, español, vecino de Buenos Aires instaló en 1812 la que fue la primera Ferretería con todos sus ramos afines, incluyendo armas de fuego que ofreció sus servicios en esta ciudad y quizás en el Río de la Plata.  Puede decirse que todas las ferreterías de aquella época y por mucho tiempo después, eran de españoles.

Primera relojería en Buenos Aires  (1813). Fue instalada en 1813 por el vecino DIEGO HELSBY. Estaba ubicada junto al “Café Los Catalanes”, en la calle Santísima Trinidad (actual Presidente Perón, ex Cangallo).

Monsieur VARANGOT, francés, víctima más tarde de Rosas, fué, quizás el primero que instaló una sombrerería muy moderna, fabricando un producto de calidad. La gran demanda de esta prenda, tanto de hombre como de mujer, muy usada en aquellos tiempos, justificó ampliamente la inversión y el esfuerzo realizado por este francés, ya que antes que él, nuestros sombreros eran de clase muy inferior.

Por otra parte, como sus sombreros costaban entre siete y ocho pesos y los ingleses valían 10 o 12 pesos, pronto hizo fortuna, que como dijimos, lo hizo presa fácil de los inspectores de Rosas, que con multas y clausuras (evidentemente no le ponía la cinta federal a sus sombreros), lo llevó a la quiebra.

Luego hubo otro fabricante, también de origen francés, llamado CORNET, que tenía su fábrica inmediata a un molino de viento que existía en el barrio de Monserrat.

Un polaco, cuyo nombre no ha quedado registrado: alto, delgado, derecho como un palo de escoba; hombre de pocas palabras, tuvo por muchos años un cuarto al lado del «Teatro Argentino», en la calle Cangallo, donde vendía calzado extranjero, sombreros, guantes, medias, corbatas, etc.; una cierta especialidad muy difícil de conseguir en aquellos tiempos.

Primera lechería (15/05/1823). NORBERTO QUIRNO Y ECHANDÍA instala en Buenos Aires, en la calle de La Victoria (hoy Hipólito Yrigoyen), el primer establecimiento para la venta de leche pura y fresca al público y al por mayor.

La que hoy conocemos como lechería estaba instalada en el mismo lugar, donde en 1838, se inauguró el «Teatro de la Victoria»).  La leche la traía desde su chacra de San José de Flores, al sur de la avenida Rivadavia, a la altura de la que desde entonces se llama calle Quirno.

Abastecía a varios cafés de la ciudad y a muchas familias, pero hubo quejas y se hablaba de monopolio y de deslealtad comercial, por lo que el establecimiento fue cerrado.

Consultadas las autoridades por vecinos que se consideraban perjudicados con esta medida, el Jede de Policía dispone «que por múltiples razones, dejará a dicho Quirno y a su establecimiento en toda la libertad que le corresponde».

Poco a poco, esta clase de establecimientos y otros en diversos ramos, fueron instalándose, hasta alcanzar el número y la calidad que hoy se le reconoce a esa actividad del quehacer nacional (ver Los primeros en la Argentina).

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