PRIMERA PROYECCIÓN DE IMÁGENES EN BUENOS AIRES (29/12/1821)

Desembarcó en nuestro país el norteamericano ANTONIO KING, el primero en brindar una función con proyección de imágenes, primitiva forma de ver  cine en estas tierras.

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En realidad faltaban todavía muchos años para que el cinematógrafo comenzara a existir, pero ya se había inventado un aparato llamado Linterna Mágica», formado por dos lentes que permitían proyectar imágenes sobre una pantalla.

King era un aventurero que había escapado de su casa en Nueva York cuando tenía 15 años y se embarcó hacia Buenos Aires sin un centavo en el bolsillo. Después de recorrer el país haciendo a veces de soldado, a veces de comerciante llegó a conocer muy profundamente las costumbres de la gente y trabó relaciones con gobernadores de provincias, caudillos y montoneras.

Más tarde escribió un libro donde recopiló todas sus andanzas. Corría el año 1821 cuando en sus viajes llegó a la provincia de Córdoba y conoció a LUCAS CRASSEY, un comerciante inglés que iba en una caravana de carretas rumbo a Chile. En el camino fueron sorprendidos por un grupo de ladrones que les robó el cargamento y hasta la ropa. Pero por suerte el norteamericano consiguió salvar la linterna mágica que era su gran tesoro. King se asoció con Crasey y juntos comenzaron a explotar la linterna que les sirvió como medio de vida.

Al llegar a la ciudad de San Luis alquilaron una habitación en una casa particular, colgaron una sábana para usarla como pantalla y realizaron la primera función.

El inglés se encargaba de la proyección mientras King  cobraba la entrada al local que costaba medio chelín por cabeza. Según relató el propio KING, que contaba el dinero en moneda de su país, esa tarde obtuvieron 3 dólares de ganancia.

Deben de haber tenido mucho éxito porque al día siguiente repitieron la proyección, y esta vez asistió el gobernador de la provincia. Después los dos socios continuaron viajando a pie hasta San Juan y siguieron montando funciones en las paradas del camino (ver La cinematografía Argentina. Sus orígenes).

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