LOS RESTOS MORTALES DE LINIERS VUELVEN A ESPAÑA (31/08/1862)

El 31 de agosto de 1862, los restos mortales de SANTIAGO DE LINIERS  son enviados a España y allí descansan, honrados por un pueblo que sabe valorar los méritos de sus hombres públicos.

Con autorización del general BARTOLOMÉ MITRE, Encargado del Poder Ejecutivo Nacional, fueron entregados los restos mortales de SANTIAGO DE LINIERS Y BREMONT,  defensor de Buenos Aires, durante las invasiones inglesas al Río de la Plata en 1807, al cónsul español con residencia en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, JOAQUÍN FILLOL.

Este había sido el encargado por la corona española, para reclamar y pedir esos despojos mortales del ex virrey del Río de la Plata, fusilado en Cabeza del Tigre o Cruz Alta (Córdoba), el  26 de agosto de 1810 y exhumados el 21 de mayo de 1861.

FILLOL  había llegado a ese fin,  tras los deseos e insistencias de la reina de España doña ISABEL II y cumplido su cometido, los restos de LINIERS fueron llevadas a Montevideo, donde se hizo entrega de ellas al Comandante del bergantín de guerra español «Gravina», que los condujo a España.

Posteriormente, en el mes de junio de 1864, fueron depositadas en un monumento erigido dentro del Panteón de los Marinos Ilustres de San Carlos, en la ciudad de Cádiz (España). El monumento ostenta esta sobria inscripción: «Aquí reposan las cenizas del excelentísimo señor SANTIAGO DE LINIERS, jefe de la escuadra y virrey que fue de Buenos Aires».

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