LAS BAÑADERAS COMO MEDIO DE TRANSPORTE (1930)

Las Bañaderas eran ómnibus convertibles descubiertos que aparecieron por Buenos Aires en la década del 30. Eran  los de mayor longitud conocida en la época y tenían una capota desmontable de color gris.

En el verano la capota no se colocaba, pero en el invierno, se cerraba completamente. De color verde claro y blanco, la bañadera tenía 2 filas de 20 asientos dobles cada una más una fila de asientos individuales, que se armaba con los respectivos apoya brazos, siendo su capacidad total de 50 pasajeros sentados, ya que no era posible viajar parado.

Sus paradas oficiales se encontraban cercanas a las estaciones del ferrocarril, frente a la plaza Once, plaza Constitución, estación Retiro y también frente al Congreso.

Fueron muy populares. Los viajes regulares se realizaban durante el día,  en los fines de semana, al hipódromo y por las noches, paseos por la ciudad o al Balneario de la Costanera Sud, donde una visita a la tradicional cervecería Munich, permitía degustar un exquisito chopp de cerveza “bien tiree” y disfrutar los espectáculos de varieté.

Era integrante obligado en las excursiones escolares, donde a primera hora, los alumnos y maestros subían a este pintoresco vehículo, con destino a un parque de la ciudad, a vivir un día distinto, ya sea disfrutando de los clásicos juegos: tobogán, sube y baja o hamacas, o de los improvisados partidos de fútbol, grado contra grado, que siempre eran motivo de bromas y disputas.

A la media mañana, un sandwich de mortadela, obsequio de la cooperadora, era un leve paliativo para el apetito de ese día. De regreso en la bañadera, cantos y ocurrencias del momento contribuían a acortar un viaje que en todo momento fue agradable.

Los sábados y domingos, las bañaderas tomaban otro rumbo: contratadas por las empresas rematadoras, transportaban gratis a los interesados en adquirir los terrenos para coronar el sueño de la casa propia y alejarse definitivamente de la pocilga del inquilinato o conventillo (ver Recuerdos, usos y costumbres de antaño).

Es interesante agregar que la palabra «bañadera» , en la edición de 1970 del Diccionario de la Real Academia Española (cuando ya no existían en la República Argentina), fue incorporada como un argentinismo cuyo significado era «autocar descubierto»

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