LA BASÍLICA DE SAN FRANCISCO EN BUENOS AIRES (1601)

La “Basílica y Convento de San Francisco de Asís” es un templo católico que se encuentra en calle Alsina 380, en el casco histórico de la ciudad de Buenos Aires (manzana delimitada por las calles Defensa, Balcarce, Alsina y Moreno,  en pleno barrio de Monserrat), el mismo solar asignado por Juan de Garay en 1580 a la orden de los franciscanos para la construcción de la primera iglesia de San Francisco de Asís.”

Allí, en 1601, se construyó la primera Iglesia de San Francisco de Asís, empleando materiales poco duraderos: paredes de adobe y techos de palma y tejas, por lo que debió ser reconstruída.

La construcción del templo definitivo comenzó  en 1731,  según planos del arquitecto jesuita ANDRÉS BLANQUI, que contó con la colaboración del fraile sevillano VICENTE MUÑOZ. El nuevo Templo se inauguró el 25 de marzo de1754, pero tuvo que ser cerrado en 1770, cuando la aparición de una importante grieta en su estructura, puso en peligro su estabilidad. Efectuadas las reparaciones del caso, la Iglesia fue rehabilitada y el 28 de setiembre  de 1783, tuvo lugar su consagración.

Nuevos inconveniente se presentaron, cuando  en 1807 la fachada y las torres del templo se derrumbaron. Las reparaciones que fueron necesarias, las realizó el arquitecto TOMÁS RUBIO, quien las reconstruyó, con la ayuda del maestro alarife CAÑETE en estilo “neo clásico italiano”, dando por terminada su tarea, en 1815.

Entre 1907 y 1911, nuevamente fue necesaria la remodelación de la fachada y esta vez se acudió al arquitecto ERNESTO SACKMENN, quien prefirió el estilo barroco bávaro para realizar su trabajo, dándole a la Iglesia, el aspecto que tiene actualmente.

En 1910, el  artista alemán ANTONIO VOEGELE modeló las cuatro figuras que forman el grupo escultórico en el remate de la fachada: el santo Francisco flanqueado por Dante Alighieri, el pintor Giotto y, arrodillado ante él, Cristóbal Colón, fundándose tal selección de personajes, en que los tres que rodean al santo, eran hermanos de las órdenes menores de San Francisco.

La “Iglesia de San Francisco de Asís” (llamada por los porteños simplemente como “la Iglesia San Francisco”), está compuesta por el Templo mayor, la Capilla San Roque y el Convento de la orden franciscana y él, descansan los restos de personajes como fray LUIS E BOLAÑOS y fray MAMERTO ESQUIÚ. En el año 2000 fue declarada “Monumento Histórico Nacional

Las fachadas, sobre todo la principal, son muy elaboradas y en ellas se destacan las torres, las rejas del atrio y de la portada y la cúpula. La planta del Templo posee una nave central única, particularmente alargada y con capillas laterales de poca profundidad.

El único altar original que se conserva es el del crucero derecho, debido a que por el incendio que en 1955 provocaron militantes políticos exaltados, perdió parte de su magnificencia original, lo mismo que su altar mayor que quedó destruido y fue reemplazado por un enorme tapiz de 8 por 12 metros, representando la glorificación de San Francisco, diseñado por HORACIO BUTLER.

Los demás altares se conservan tal como fueron restaurados en 1911. El púlpito, construido en el siglo XVIII por el ebanista ISIDRO LOREA, es de estilo rococó y fue realizado en madera tallada pintada de dorado. La cúpula de la iglesia se eleva sobre un alto tambor octogonal.

Coro y órganos del Templo y Convento de San Francisco
En 1865, fray JUAN ALEGRE escribió al historiador VICENTE O. QUESADA una larga carta, en que le proporciona prolijos datos del coro y órganos del Templo, dando  esta interesante descripción:

«Señálase en majestad y hermosura el coro de este Templo: pieza espaciosa, grave y rica, comunicándole luz todas las ventanas de la Iglesia; por uno y otro lado corren dos órdenes de sillas en número de ochenta y dos, en artificiosa disposición; su maderaje es lo mismo que la de los cajones de la sacristía.

El Facistol es de los mejores y más ricos que la curiosidad ingeniosa ha delineado y tallado: todo es sólido de madera jacarandá; tiene su asiento sobre un cuadro de la misma madera, que le sirve de peana; tiene un resorte y llave de fierro para hacerlo giratorio, secreto que hasta hoy no se ha podido descubrir. Los libros mayores son diez y seis, y los medianos ocho, de letra clara, y punto grande, abiertos- Tienen seis palmos de ancho y a esa proporción la altura..

Los dos órganos del coro son de suavísimas voces: el mayor es de famosa arquitectura, la caja es de cedro con tres columnas, y dos medias columnas y cuatro huecos. Tiene ocho varas de altura con cinco angelotes al remate de su talla y cenefas correspondientes, y cuatro fuelles, cuyo órgano se compone de los registros siguientes:

Una flauta mayor, un bordón, una flauta alemana, una octava, una corneta, una quinta, una tercera, una doble, una llena, una trompa mayor, un clarín, una voz natural, una regla, un temblor suave, un ruiseñor, un temblor fuerte, un tambor de madera, dos acontos al pie, que se tocan cuatro registros; doce caños de madera, que la más grande suena ocho pies; otros doce caños de madera, el más grande suena cuatro plés.

En la fachada o adentro, doce caños de trompas con lengüetas de cobre, doce clarines con sus lengüetas, corneta de repetición, dos registros de oboe, dos timbales que se tocan por el ángel mayor de arriba, y todos los demás ángeles tienen una trompeta que suena, para ellos tienen cuatro secretos, el tercero toca la corneta, que hace eco de repetición, y el cuarto sirve para poner los apuntes.

A más de lo dicho, tiene un registro fúnebre o contrabajo, que sirve para Semana Santa y funciones fú­nebres. .. El artista que lo fabricó por los años mil seiscientos noventa y uno, fue el famoso luthier alemán LUIS OBEN; a éste por la sola colocación en el lugar que hasta hoy ocupa dicho órgano, se le abonaron seiscientos pesos fuertes…»

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