ESTACIÓN CENTRAL DE FERROCARRILES EN BUENOS AIRES (12/08/1872)

La Estación Central de Ferrocarriles, se inauguró en Buenos Aires el 12 de agosto de 1872, ocupando un predio que estaba ubicado entre el Paseo de Julio (hoy Av. Leandro N. Alem (1) ) y Piedad (hoy Bartolomé Mitre). En ella convergían cinco líneas ferroviarias y durante 25 años fue el punto de partida y llegada de los trenes que cruzaban el país, que tenían allí una muy accesible Estación Central frente al río.

Su construcción fue acordada por las empresas que explotaban los ferrocarriles en aquellos años, considerando que así se abarataban sus costos, ya que unificaban en un mismo lugar, numerosos servicios, sistemas operativos y dotaciones de personal entre otros.

Era un edificio de madera que WILLIAM WEELWRIGTH, un empresario norteamericano radicado en el país y muy vinculado con la actividad ferroviaria  local, había importado desde Inglaterra, luego de que se le encomendara la tarea de realizar esa obra.

Con un diseño más apropiado para ser instalado en la India, destino que nadie sabe porqué cambió,  el edificio entero y desarmado en grandes bloques, fue traído a Buenos Aires y aquí se lo rearmó. Era una estructura de madera que tenía el techo recubierto con pizarra y una torre con un gran reloj; un frente pródigo en grandes ventanales y altas arcadas en  todo su frente, a lo largo del edificio.

A fines de la década de 1880  se empezó la obra del Puerto Madero y como la Estación Central quedaba dentro del proyecto, fue necesario pensar qué destino se le daría, problema que quedó resuelto el 14 de febrero de 1897, porque esta estación de madera se incendió y luego de dos horas de fuego voraz, quedó totalmente destruída. El 19 de marzo del mismo año el Gobierno Nacional ordenó levantar las vías y la Estación Central que estaba a metros de la Casa Rosada se convirtió en pasado.

Las empresas ferroviarias que la utilizaban, tuvieron que reorganizar sus cabeceras: y así fue que las que cubrían las líneas hacia el norte, replegaron sus terminales hacia Retiro. La del Oeste volvió hacia la zona de Once y la del Sur primero estableció su cabecera a la altura de la calle Venezuela y luego se corrió hacia Casa Amarilla, en La Boca.

 (1).. Paseo de Julio, aquel recorrido al que el virrey Juan José de Vértiz y Salcedo llamó “De la Alameda”; que también se conoció como “Paseo del Bajo” y al que Juan Manuel de Rosas le quitó el de “Encarnación” (lo habían puesto en homenaje a su esposa), y, en 1848, le dio esa mención que aludía al mes de la Independencia (ver Los Ferrocarriles Argentinos).

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