EL RÉGIMEN CONSERVADOR EN LA ARGENTINA (1889)

A partir de 1880, un «régimen conservador» fue consolidándose en la República Argentina.  Ante la numerosa afluencia inmigratoria y el próspero desarrollo agropecuario que en el país, era alentado por el comercio exterior, crecía una masa popular que presionaba con sus demandas.

El antiguo liberalismo de MITRE, SARMIENTO y AVELLANEDA debió adecuarse a esta nueva realidad social. A partir de 1880, un sector de los liberales se fue fortaleciendo en una minoría conservadora que se adueñó del poder político y del control económico, dispuesto a mantener sus privilegios.

Esta minoría ejerció una especie de «despotismo ilustrado», turnándose y repartiéndose el poder a modo de una oligarquía paternalista de «conductores naturales».

Manipulaban mañosamente los comicios (sin demasiados escrúpulos democráticos) para no perder su primacía y el poder de decisión. Y combinaba sus intereses con los de una rica burguesía terrateniente y mercantil.

Era gente pudiente y culta. Ciudadanos conspicuos. Un historiador les atribuyó una fatua aristocracia de «gente bien». Los liberales, conformando otro sector, quedaron entonces en la oposición y demagógicamente, acudieron en busca de las masas populares, con cuyo apoyo intentarían recuperar el protagonismo de antaño (ver Los partidos políticos en la Argentina).

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