04/12/1912

CAE PRESO EL PETIZO OREJUDO. Tal el apodo de Cayetano Godino, un asesino serial de 16 años que estranguló o prendió fuego a varios niños. Luego de ser atrapado confesó sus crímenes con pasmosa tranquilidad y sin dar muestras de ningún arrepentimiento: «Salía a la calle, y no conseguía trabajo; entonces me daban ganas de matar a alguien» dijo durante su juicio. Además confesó haber enterrado viva a una niña que estaba desaparecida en 1906, aunque nunca pudo ser hallada. Atraía a los niños con caricias y caramelos, y los estrangulaba con un hilo. Finalmente, su carrera delictiva concluyó la noche del 4 de diciembre de 1912, cuando la policía pudo detenerlo. No fue condenado a la pena de muerte, aunque imperaba en esa época, por ser menor de edad. Los médicos dijeron que era insano y dos de los jueces del tribunal que lo juzgó, lo absolvieron por inimputable. Luego de muchos trámites, la Cámara de Apelaciones resolvió que fuera confinado en una Penitenciaría por tiempo indeterminado. Fue enviado a la Penitenciaría de Ushuaia y allí, en 1944, fue muerto por otros presos, indignados porque Godino les había matado un gatito que éstos tenían como mascota.

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