LA CIUDAD DE ITUZAINGÓ. SU ORIGEN (24/10/1872)

A mediados de 1872, ANDRÉS RODRÍGUEZ FRAGÍO, natural de Galicia, España, propietario de una 482 hectáreas en la zona Oeste de la provincia de Buenos Aires, establece un pequeño núcleo poblacional  en ellas, que llama «Santa Rosa» .

Lejos de quedarse en eso, se presenta ante el gobernador de la provincia, el doctor MARIANO ACOSTO0 y le ofrece parte de sus tierras para ampliar los hecho y crear un nuevo pueblo en esa zona, siguiendo los pasos de las recientemente creadas, las vecinas ciudades de Hurlinghan y Ramos Mejía.

Aceptado que fue su ofrecimiento, el 24 de octubre de 1872, por medio de un decreto municipal, se crea la ciudad de Ituzaingó y Don Manuel se abocó de inmediato a la instalación efectiva de este nuevo centro de población.

Y así, esas 482 hectáreas, que fueron el origen de la ciudad de Ituzaingó, hoy día, es uno de los lugares más poblados e importantes de la línea del ferrocarril Domingo Faustino Sarmiento, que sirve a lo largo desde Plaza 11 de Septiembre hasta Luján y más allá de esa histórica ciudad.

En 1873 se Construyó la estación ferroviaria. En 1908 se inauguró la Escuela primaria del pueblo y con fecha 16 de marzo de 1909 se publicó la siguiente noticia:

«El pintoresco y progresista pueblo bonaerense del oeste,  «Ituzaingó», ha incorporado un nuevo adelanto a su vida urbana al instalar el alumbrado eléctrico, el cual se dará al servicio público a fines del corriente mes».

Ituzaingó en el pasado fue un pueblo de veraneo para las familias pudientes, allí se instalaron bellísimas quintas y residencias. Entre algunas de las familias que entonces pasaban sus veranos en ese- lugar, figuran las de LELOIR, UDAONDO, AGRELO, ZEBALLOS, BRAVO, SERÉ, IRIBARNE, ARENAS, NARBONDO, VIVANCO, ROLDÁN VERGÉS, e IPARRAGUIRRE. Con el tiempo, esas quintas fueron desapareciendo para convertirse, de apacible lugar de veraneo, en una pujante y moderna ciudad sin distinción de clases sociales (ver Fundación de ciudades argentinas).

1 Comentario

  1. mai

    no cirbe para una ñiña

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