COMBATE NAVAL DE PUNTA LARA (19/06/1828)

Triunfo de la armada al mando de Brown sobre efectivos navales del imperio de Brasil al mando de James Norton. Durante la guerra con Brasil, el capitán JORGE DE KAY, al mando del buque corsario «Coronel Brandsen», auxiliado por el almirante GUILLERMO BROWN que llegó con sus naves en el momento más oportuno de un desigual combate que sostenía con la flota brasileña, logró derrotar a la flota imperial que estaba al mando JAMES NORTON, reemplazado en el mando por el capitán JUAN BOTAS, luego de que perdiera un brazo en el combate.

El capitán DE KAY, al mando del buque corsario “Coronel Brandsen”, de ocho cañones y sesenta y seis hombres de tripulación, regresaba de un crucero que durante un año había realizado por aguas brasileñas, manteniendo numerosos combates durante los cuales había hecho muchas presas, quitando al enemigo 130 cañones, 5.000 fusiles y otros muchos efectos.

Cercano ya a la costa argentina, fue interceptado por veintiún buques enemigos, con los cuales sostuvo un porfiado y desigual cañoneo frente a Punta Lara, obligando al bergantín brasileño “Níger” a arriar la bandera después de matarle treinta y cinco hombres y de herirle muchos más, entre ellos el comandante JAMES NORTON, quién, a consecuencia de la herida, perdió un brazo.

NORTON, al verse lesionado, entregó el mando a su segundo, el capitán JUAN DE BOTAS, marino portugués, de honrosa historia militar. Pero a pesar de este respiro, el jefe patriota se vio muy apurado. Agotadas ya las municiones, hizo pedazos las cadenas, sirviéndose de ellas como proyectiles.

En tan extremada situación, tuvo la desgracia de encallar. No pudiendo zafar de la encalladura al “Brandsen”, DE KAY abrió rumbos en el buque para que se hundiera, retirándose él y sus compañeros hacia la playa, donde comenzaron a servir las piezas de una batería que BROWN hiciera construir junto a Punta de Lara y que estaba a la sazón descuidada y sin la guarnición correspondiente.

La acción continuó así hasta la noche, concentrándose todo el fuego de los imperiales sobre la débil fortificación, sin conseguir reducirla a silencio.

Al amanecer del día siguiente habiéndose renovado el combate, sin mejor resultado, el almirante BROWN llegó al lugar, en auxilio del capitán DE KAY. El almirante BROWN toma sus posiciones y a las nueve y media ya se hallaba muy próximo a la escuadra brasileña.

Las naves de ambas flotas, que más cercanas se hallaban eran la brasileña “Caboclo” y la argentina la “Maldonado”, y fue tan así, que desde la primera se comenzaron a oírse gritos y aclamaciones y a los ¡Viva el emperador!, de su tripulación, de inmediato surgió un ¡Viva la Patria!, desde la “Maldonado”, rápidamente acallado por el fragor de los cañones, pues desde allí se rompió el fuego.

Durante el combate que siguió, los imperiales tomaron la cañonera Número 4, pero BROWN la recuperó rápidamente, mientras llegaba al sitio de la acción el “Níger”, trayendo a su bordo al comodoro BOTAS, que tomó inmediatamente la dirección de la armada imperial y dio mayor intensidad a la lucha. Los argentinos recogieron la artillería del “9 de Agosto”, bergantín brasileño encallado días antes, pero como el casco de este buque había quedado tan maltratado por las olas, BROWN sin siquiera intentar su reparación, retiró de él los cañones y aparejos, que sí estaban en buenas condiciones.

Con igual denuedo, ambos contendientes continuaron con sus maniobras y un intenso cañoneo, hasta que el comodoro portugués BOTAS, comprendiendo su imposibilidad para continuar con una acción que poco a poco los iba doblegando, decidió la retirada de la flota imperial.

Retirados los imperiales y recogidos DE KAY y sus compañeros, BROWN, el día 21 se dirigió hacia Buenos Aires, después de pegar fuego a los restos del “Brandsen” y esta será la que será la última acción naval librada durante la guerra contra el imperio de Brasil (ver la guerra de Argentina con Brasil).

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