CASAS DE MONEDA EN SUDAMÉRICA (1573)

En un interesante trabajo que sobre este tema realizó PEDRO J. VIGNALE, el autor recoge parte de una presentación hecha por funcionarios españoles al rey. Dice así:

«Además de las razones de orden político, se decía en esa presentación,  que crear una moneda importaba promover el comercio interno, frenado por el escaso circulante que venía de España.

Por otra parte, se trataba de «atraer al indígena a un sistema que sustituyera a su acostumbrado trueque, y con la inexistencia de moneda, el comercio se hacía entre los mer­caderes en perjuicio de la Corona, por falta de control para percibir el quinto del oro y la plata que se extraía y que con la creación de la Casa de Moneda, se establecería un mecanismo capaz de fiscalizar ese manejo de los metales preciosos, facilitando la percepción del quinto».

Pese a éstas y otras presentaciones, transcurrieron muchos años sin que se levantara la tan promovida Casa de Moneda en esta parte del Mar Océano.

Correspondió el éxito en esta empresa al virrey don FRANCISCO DE TOLEDO, hombre inteligente, dotado de una gran capacidad de empresa, quien en el año 1573 pudo acuñar moneda en la “Villa Imperial de Potosí” y enviar al monarca español la «muestra de la primera moneda que se ha librado después que la casa se fundó en esta provincia, con la nueva estampa».

Esta moneda fue lanzada a la circulación poco después, y desde esa fecha se fue imponiendo hasta los primeros años de la República, es decir la Independencia.

Es necesario aclarar que por aquella época existía una “Casa de Moneda” en México. En cuanto al territorio que abarcaba el Virreinato del Perú, funcionaron casas de mo­neda en Lima, donde se comenzó a acuñar en el año 1568 —como se ha dicho—, y Potosí.

Esta ciudad fue anexada al Virreinato del Río de la Plata el año 1776 y su “Casa de Moneda” siguió acuñando hasta 1825 con el sello español o con los nombres de Carlos III, Carlos IV y Fernando VII, salvo una breve interrupción originada por un grupo de patriotas, quienes, en una audaz operación de comando, se apoderaron de la Casa y acuñaron monedas con el Sello de la Patria.

Después de la Independencia, las primeras monedas que se lanzaron a la circulación llevan las fechas de 1822 y 1823 y fueron acuñadas en Inglaterra a raíz de una gestión realizada por BERNARDINO RIVADAVIA.

En 1826 se creó la “Casa de Moneda” de Buenos Aires y allí se acuñaron  monedas entre los años 1827 y 1831, Ocupaba un viejo caserón ubicado  en la esquina sudeste de Méjico y Defensa,  perteneciente a la Orden Religiosa de los Padres Betlemitas, que al pasar a ser del Estado, se convirtió en el Cuartel de Restauradores y era conocido con el nombre de “Hospital de Belem”.

El 15 de octubre de 1877, por medio de la Ley Nº 911,  se dispuso la construcción de un nuevo edificio para instalar allí la Casa de Moneda y la obra fue inaugurada por el Presidente NICOLÁS AVELLANEDA,  el 12 de julio de 1880. Allí estuvo funcionando hasta que el 27 de diciembre de 1944, se trasladó l moderno edificio que hoy ocupa (ver papel moneda y otros valores fiduciarios)..

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